una cuestión de peso
Si fuésemos ciudadanos de País Capital, nos pareceríamos sospechosamente a la portada de este libro. A punto de celebrar las elecciones generales, ningún partido parece tan amable y festivo como PESO. Con una campaña a base de clases de zumba en plazas y jardines, este grupo se centra en el bienestar físico de los ciudadanos. Su programa electoral: una población en forma y saludable. La campaña se desarrolla dentro de la normalidad institucional hasta que una serie de carambolas impulsan a PESO, ese partido de gente en chándal, a convertirse en la llave del Gobierno. Pero, bueno, con un programa tan inofensivo, ¿qué es lo peor que puede pasar?