habitación 502
Todos, en algún momento, hemos deseado aquello que no podemos tener. Lo malo es cuando ese deseo nos lleva a cometer una locura que, por si fuera poco, utilizamos como vía de escape para romper con nuestra «vida perfecta». Familia. Apariencias. Decisiones. Y un secreto. Me llamo Ruth Casals y así es como llegué a la habitación 502.