cuentos orientales
Parece que se dirige a nuestra tienda, Federico, observé en cierta ocasión, cuando de pie, delante de la puerta de nuestra tienda, contemplábamos la escena que tenía lugar en el trecho de tierra arenosa extendido entre nosotros y la ciudad de Guzni, la cual, situada sobre una enorme roca de trescientos pies de altura, dominaba majestuosamente el solitario desierto.