PAÍS LIBRO

Autores

burton hare

funeral por un mercenario

El recepcionista del hotel levantó la mirada y vio al hombre alto plantado allí como si hubiera brotado de la tierra. El hombre era, además de alto, fuerte y de aspecto muy rudo. Un auténtico atleta, sólo que endurecido en un deporte que no se enseña precisamente en las escuelas ni los estadios. El hombre alto sacó algo de un bolsillo. Lo dejó sobre el mostrador y dijo con voz seca: —Busco a ese individuo. Debe alojarse aquí, aunque ignoro con qué nombre. Usted me lo dirá.