con whisky y dinamita gobernarás
Al cerrar la noche siguiente, en las habitaciones de cada uno de los supuestos turistas se desarrollaron escenas semejantes. En primer lugar, las grandes maletas fueron sacadas de los armarios. Mediante un ingenioso dispositivo, se dejó al descubierto un doble fondo, que debía ser abierto única y exclusivamente con una llavecita especial para cada maleta, de lo contrario, el violar aquel escondrijo por otros medios hubiera significado la muerte inmediata. Una carga de plástico suficiente para volar un edificio entero estaba conectada con la cerradura, a fin de que la llave neutralizara el detonador que de otra forma hubiera estallado.