misterio en el «queen mary»
EL superintendente Stevens, conocido por los funcionarios del Departamento de Investigación Criminal por el nombre de Bill Bill, asió el teléfono. Escuchó no más de diez segundos y anunció: —En seguida. Se dirigió al despacho de Mather, jefe del Departamento. Mather no perdió el tiempo con rodeos. —¿Está muy atareado? —No gran cosa. —¿Le gustaría encargarse de un caso?