paralelo 17
La trata de blancas ha sido siempre un magnífico y repugnante negocio al que se han aplicado muchos clanes mafiosos. Con la droga, comparte la primacía de la criminalidad mundial. Cho-Chu-Lai era el jefe de uno de estos clanes. En el barrio de Ngau-tau-koc, de la cosmopolita ciudad de Hong Kong, Cho-Chu-Lai tenía arrendado un discreto edificio marinero, que, por dentro, era una Babel del placer. En los sótanos del inmueble había instalado un fumadero de hierba. En los bajos, un cabaret y un dancing.