los trucos de milord
A sus cincuenta años, Julio Mencos Chávez era un hombre alto, fuerte y pletórico de salud. Residía desde los veinte en Buenos aires, y sus ingresos —múltiples y diversificados— procedían, mayoritariamente, de las factorías comerciales del sur, ya ubicadas en el continente, como la de San Julián, ya sobre el mar argentino, como la de Port Stanley, en la Isla de la Soledad, dentro del grupo de las Malvinas o Falkland.