la mina del terror
“¿Pero qué puede haber pasado aquí?”, gritó Bobby. “¿Dónde están todos?”. “Parece como si se hubieran marchado a toda prisa”, comentó Hank, mientras sus ojos buscaban entre todas las sombras de la silenciosa plaza del pueblo. Las puertas de las tiendas y las casas estaban desatrancadas o abiertas, los puestos de trabajo abandonados, las mercancías abandonadas.