huida de coruscant
Las alarmas del complejo imperial suenan sin cesar. La habitación sin ventanas parece todavía más tétrica con el insistente ruido de las alarmas de seguridad chirriando sin descanso. Las luces, que habitualmente son suficientemente potentes para atender a los paneles de mando, han sido sustituidas por los rojos colores de los chivatos electrónicos que ponen de manifiesto la violación del nivel H de seguridad. Algo has hecho mal. Tu panel de datos ha recopilado toda la información que precisabas. Lo peor empieza ahora, cuando debes ingeniártelas para escapar de uno de los módulos de seguridad de la Base Imperial de Coruscant. Ahora más que nunca te cuestionas qué se te pasó por la cabeza para infiltrarte allí para la Alianza Rebelde. Sales disparado del módulo de seguridad. El amplio pasillo no es menos agradable que la anterior estancia.