el fantasma del castillo
—Fantasmas... ¿Pero cree usted en los fantasmas, Bill? Bill inclinó un poco la cabeza, como desconcertado. Luego, con la resolución de un hombre que no teme la opinión ajena, ante la evidencia del testimonio de los propios sentidos, respondió: —Antes, no... ¡Ahora, sí! —Ahora sí... ¡Curioso! —Lo he visto con mis propios ojos, Feldmann. —¿Qué es lo que has visto con tus propios ojos? —El fantasma. —Habrá sido un error de...