PAÍS LIBRO

Autores

anónimo

el anillo de doña maría

Era la hora bella y deliciosa de la salida del sol. El astro rey hacía su aparición en la tierra coronado de rojos resplandores. El golfo mejicano, de un azul turquí, rasgó la leve niebla que, como un velo, se extendía sobre su inmensa y sosegada superficie. La arena brillaba con tonos obscuros, casi negros, sobre la costa, en la que venían a estrellarse, de cuando en cuando, las olas del Océano. Llegaban coronadas de blanca espuma, brillaban un momento como si fuesen de plata, a la suave luz del amanecer, y retirábanse de nuevo.