deuda de vida
Malditos piratas trandoshanos. Los maldecirás durante el resto de tu vida. Bueno, para ser preciso, los maldecirás durante el resto de sus vidas, ya que esperas encontrarlos y separarles los brazos del torso. Sin embargo, eso tendrá que esperar. Tu cabeza aún está dolorida tras haber sido reducido por sus malditos dardos tranquilizantes. Esperabas el fin, pero despertaste y estás atrapado en una rara instalación militar. Te parece haber oído hablar de ello. El Imperio lo llaman, y sólo esperas escapar de allí cuanto antes. Echas un vistazo y no ves muchas opciones. Tu celda es sólida, y no crees que puedas destrozar la puerta por muy fuerte que seas. Escuchas a los soldados pasar de un lado a otro. No debe haber muchos, y tal vez puedas con ellos, si puedes salir de allí... Emites un rugido enfurecido una vez más. Sin embargo, esta vez no recibes respuesta alguna de esas sabandijas que vigilan tu celda. Se trata de unos extraños sujetos vestidos con armaduras blancas. Debe tratarse de parte de esos imperiales.