magia negra
Un grito espantoso, un lamento infrahumano que vibraba en acentos de muerte quebró momentáneamente el silencio que se espesaba hasta hacerse tangible, casi materializado sobre aquel poblado de pigmeos establecido en un claro de los bosques tropicales de la margen derecha del río Congo, en la colonia belga del mismo nombre, y aproximadamente en el centro del África Ecuatorial.