PAÍS LIBRO

Autores

alf. regaldie

la noche de los colts

Mark Wood asomó a la ventanilla de su departamento, en un vagón de primera clase, aprovechando que la dirección del aire enviaba el humo y las cenizas hacia la otra parte. A la vista quedaba ya la antepenúltima estación en lo que a su viaje se refería, puesto que el tren debería continuar hacia la costa del Pacífico. De no surgir nada anormal, le restaban unas cuatro horas de trayecto en el tren. Luego debía tomar su caballo, que viajaba en un vagón ganadero, para continuar hasta unas tres horas más.