PAÍS LIBRO

Autores

alf landon

ciudad de cobardes

Frank Heywood detuvo su montura frente al bar de aquel villorrio. El sol pegaba fuerte y la calle aparecía desierta. Frank se dirigió hacia el hombre que dejaba pasar las horas, apoyado en la columna de madera del porche del establecimiento. —¿Se ha muerto toda la gente del pueblo? —preguntó. —A esta hora sí. Este maldito sol mantiene en sus casas, medio aletargados. —¿Es usted el dueño del bar?