muerte bajo cero
—Parece mentira que con tanta puñalada, este hombre haya podido caminar… —Sólo fueron unos metros. Además, era un hombre corpulento, fuerte… —Se presenta la agente Heidi Hein —dijo una tercera voz, esta femenina. Los dos hombres que comentaban entre sí, giraron sus rostros. Era alta, rubia y bella. Su cuerpo quedaba un tanto desfigurado por la abundante ropa de abrigo. —Oh, usted… —exclamó, no muy animado el más joven de los dos hombres, de unos treinta años de edad, espigado y de facciones enérgicas.