pídemelo, preciosa
Desde que entró a trabajar en la agencia, María está cansada de ver el desfile de conquistas de su jefe. La última está sentada junto a su mesa. Con ella siempre se ha comportado como un estirado y ya está acostumbrada. ¿ Qué pasa si eso cambia ? Podía manejar al jefe borde ¿ podrá también con el seductor aún a sabiendas de que le oculta algo ?