PAÍS LIBRO

Autores

alar benet

viaje sin fin

Un «Cadillac» negro se deslizaba veloz por Oxford Street, horadando con sus potentes focos los cendales de niebla que envolvían Londres. Eran las tres de la madrugada y la ciudad, dormida al parecer, presentaba un triste aspecto. El macadán de las calles y avenidas relucía al reflejo de los faros con pequeñas y brillantes tachonaduras. En el interior del automóvil iban, silenciosos, cuatro hombres.