PAÍS LIBRO

Autores

alar benet

tres sombras en el suelo

—¡Calla! ¡Estás borracho! Las irritadas palabras de Leo Kerr sonaron como trallazos, dominando la algarabía de la taberna en la que hombres y mujeres charlaban y bebían, sin prestar atención a lo que no fuesen los propios problemas, derivados en parte de vicios y carencias económicas. En el establecimiento congregábanse todas las noches los que por desarrollar sus actividades en el puerto no se alejaban de él ni en las horas de descanso, cual si las turbias aguas les atrajeran con un secreto poder. En torno a descargadores, marinos y obreros, numerosos seres de ambos sexos, favoreciendo desviadas inclinaciones con olvido de la moral y la ley, iban resolviendo los angustiosos problemas de la diaria subsistencia.