PAÍS LIBRO

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alar benet

niebla en la sangre

Como si la Naturaleza quisiera desmentir la tradición de las nieblas londinenses, la mañana era espléndida y el sol, iluminando calles y plazas, alegraba el ánimo de los ingleses que se dirigían a sus centros de trabajo. Los ferrocarriles de superficie iban abarrotados de público, así como los autobuses y toda clase de vehículos.