un gángster en la sip
La lluvia tamborileó unos instantes sobre los cristales, haciendo que Arthur levantase la cabeza de los papeles que estaba consultando. Sonrió. Al levantar la vista echó una ojeada complaciente a cuanto le rodeaba, en aquel pequeño despacho en el que acababa de instalarse, con su persona, la Delegación de la SIP en Marstown. Curioso, ¿eh?