PAÍS LIBRO

Autores

alan carson

escalera de color

LA polvorienta bombilla que colgaba del techo de la habitación y el rostro de brutales facciones y expresión sádica de Rocky Scott, fue lo último que el inspector del F. B. I. Brian Crowley, de la división de Nueva York, vio en este mundo. Al apretar Scott el gatillo por tres veces, con morbosa complacencia, las balas penetraron en el pecho del maniatado inspector, que se derrumbó sin vida con un gesto de desprecio en sus ojos oscuros. Su cuerpo produjo al caer un ruido sordo, no mucho mayor que el de los disparos de su verdugo, cuya pistola estaba provista de silenciador. Scott enfundó el arma, después de recargarla, volviéndose a mirar, orgulloso, a los tres individuos que habían presenciado el crimen con fría indiferencia. —Uno menos —murmuró, en tono siniestro, el asesino.