ajuste de cuentas
Atrás quedó Nickel Creek, del mismo modo que quedaban los feraces pastos repletos de ganado, las verdes praderas de los alrededores de los Lagos Salt, y el infortunado cuatrero se adentró en la árida extensión, rumbo al sudoeste, en busca de las estribaciones de Sierra Diablo y de otro lugar donde aposentarse, donde nadie supiera de su pasado y de su infamante marca de ahora.