esa chica es mía
Ricky está tan enamorado de Lucía que hasta tartamudea cuando la tiene delante. La guapa joven trabaja en la peluquería situada enfrente del taller de chapa y pintura que él regenta. Una de sus mayores ilusiones es la de saludarla a diario, pues no pierde ocasión de hablar con ella siempre que ve la oportunidad. Juanmi, su empleado y amigo, hace de abogado del diablo y a menudo le recuerda que se la está jugando, porque Ricky tiene novia y se llama Bea. El problema es que Ricky nunca se ha decidido a dejarla y eso que Bea, que es una consentida y una interesada, ha hecho méritos para ello. Lucía, por el contrario, no puede tener más ganas de trabajar y de salir de unas deudas que contrajo en el pasado; unas deudas que van acompañadas de un secreto que pronto su enamorado descubrirá. Dicen que el tren solo pasa una vez y eso es lo que empuja a Ricky a tomar la gran decisión; terminar con Bea. Sin embargo, debió pensarlo antes, porque cuando viene a reaccionar, parece que es demasiado tarde. ¿Qué obstáculo le impide seguir con sus planes de futuro junto a Lucía? Si quieres emocionarte a la par que reírte, no dudes en descubrirlo en las letras de esta bonita historia.