hechiceros de la muerte
Eran muchos los que habían abandonado el salón para salir a la terraza o bajar al jardín. La finca, situada en las afueras de Nairobi, servía aquella noche de punto de reunión de lo más destacado de la colonia británica en Kenya. Había también algunas personalidades africanas, de marcada tendencia occidental. Y algún que otro colonizador europeo establecido fuera de Kenya, como el padre de Neida, Pietro Fellini, que desde Eritrea se había desplazado a la zona oriental inglesa para estudiar a fondo el sistema de colonización británico y al mismo tiempo, para convivir con viejos amigos.