van s. smith
cita en la lunaEchado en su camastro, sumido en la oscuridad de la habitación, Kidder podía escuchar el murmullo de la discusión que tenía lugar en el pasillo: - Le aseguro que es imposible,
diablos en la ionosferaLa primera noticia del regreso de la «nave del espacio»1 llegó a los organismos oficiales el 12 de mayo. Durante unos días, mientras los observatorios astronómicos seguían con
el día que descubrimos la tierraEl viaje había sido largo, y no puede decirse que fuera extenuante porque para nosotros el cansancio no existe, al menos en la forma en que los hombres lo interpretan. Pero tam
el nuevo poderA seis mil metros de altura sobre la base, Guy Richey dejó atrás los altos cúmulos anunciadores de buen tiempo e irrumpió con su reactor en un cielo azul diáfano. Era domingo,
el planetoide malditoA quince semanas de la Tierra, la cosmonave de las Reales Fuerzas Aéreas de Su Majestad Británica empezó a descender hacia los ateridos campos de hielo del hemisferio que Ganím
extraños en la tierraEl sol se había puesto unos minutos antes, y el último grupo de turistas curiosos abandonaba Monte Palomar, cuando el ayudante de servicio fue a situarse ante el cuadro de mand
hombres en marteEl silencio volvió a imperar en la cámara de derrota después de las últimas y rápidas órdenes de Dennis Jefferson. Sólo se escuchaba el discreto zumbido de los ventiladores y,
intrusos sideralesLa noticia fue confirmada por la radio en un boletín extraordinario de las 2,30 de la madrugada del 6 de junio. El extraño cuerpo celeste volvía sobre la Tierra después de habe
la gran aventuraSesenta millas al oeste de la Florida, en el extremo de los grandes bancos de hielo, un oso polar se deslizó a las frías aguas del Golfo de Méjico y empezó a nadar hacia un flo
la locura de bevingtonDespués de una mañana húmeda y brumosa, el viento trajo la lluvia sobre el aeródromo internacional de Nueva York City. Desde la ventana del pabellón del lazareto, mirando a su
la momia de aceroLa respuesta de John Spence fue una rotunda negativa. ¡Vaya negocio el suyo, si se redujera a esperar a que llegara de vez en cuando un cliente caprichoso, dispuesto a alquilar
las huellas conducen… al infiernoAl entrar en su apartamento, Peter Maury liberó sus cansados pies de la opresión de los zapatos, y cambiando éstos por las felpudas zapatillas se envolvió en el batín. A contin
luna ensangrentadaAquella mañana, el equipo arqueológico que trabajaba en las ruinas de la ciudad marciana de Eboor, a un tiro de fusil del «Planeten Hotel», había realizado un nuevo hallazgo; e
nosotros, los marcianosSi nos remontamos a los orígenes de la aventura, ésta debió comenzar para mí en Doab, el día que recibí la real orden de tomar el mando de la ictionave YL-Y26 para volar 60 mil
piratería sideralEl hombre, al despedirse de este terreno mundo para emprender ese viaje al Más Allá del que jamás se vuelve, se marcha generalmente disgustado, lleno de amargura, decepcionado.
un mensaje en el espacioMe llamo Arthur Reinbach. Soy oficial de la Armada de los Estados Unidos. Tengo treinta años. Como oficial agregado al 'Proyecto Ozma', (llamado así en recuerdo de la reina de
venus llama a la tierraUna de las cualidades que sus jefes más apreciaban en Butler Smiser, era su sentido de la oportunidad. Smiser era periodista y como tal podía decirse de él que había estado pre
y el mundo temblóLa sorpresa de Arch Miles fue la de todo el mundo, el día que se hizo pública la presencia de un cuerpo celeste desconocido que irrumpía en el Reino Solar amenazando trastocar