El sueño de Zia se ha cumplido, pero no de la manera que deseaba. Tras lo vivido en el Bosque, decide emprender un viaje del que no sabe si será capaz de regresar. Repudiada, a
Zia se sabía de memoria las tres normas de los Vigilantes del Bosque: 1. Debían reconocer la llamada de la muerte. 2. No salvarían a nadie que cruzara el límite del Bosque. 3.