Después de pasar una temporada humillante en Londres, Hester Perceval se recluyó en el desván de su casa para dedicarse por completo al estudio. Su prodigiosa inteligencia le p
«Hasta que la muerte nos separe», un solemne voto que aquella joven esposa estaba deseando hacer realidad... Sólo unos minutos después de la boda, Alexandra Deverell estaba apu
Al encontrarse al borde de la indigencia, Deborah Staunton se vio obligada a aceptar la caridad de la familia Perceval. Su viejo amigo y confidente, Hugo Perceval, estaba dispu