Cuando uno llega como forastero a un lugar poblado, es normal convertirse en blanco de todas las miradas. No lo es tanto ser blanco de todas las armas de fuego. Jeremy Loftin e
La llanura se extendía tan lisa como la losa de una tumba y se veía igual de viva. Una delgada franja un poco más clara señalaba una senda tan vacía como los bolsillos de un va