Imaginad a una chica de dieciséis años, embarazada y vulnerable, a quien acaban de arrancar de la tranquilidad de su hogar para arrojarla dentro de una furgoneta destartalada.
«—Juez Rasper —repite mi madre—. Guarda relación con tu secuestro». Estas son las últimas palabras que pronuncia la madre de Lisa Yyland antes de morir en sus brazos, acribilla