Amigo personal, discípulo, compañero de viajes y grumete en algunas travesías literarias, Roberto Alifano entrega otro testimonio particularísimo y destacable del famoso escrit
Era un hombre de rostro sereno que vestía infatigablemente traje y corbata. Su ceguera se apoyaba en un bastón pulsado por las manos de poeta. Concibió libros admirables cuyo d