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riswing dane

al filo de la muerte
En este relato, Richard Bradley, capitán piloto de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos de América, temporalmente adscrito a la División de Choque del Central Intelligence
apocalipsis: ¡pohang!
FUE en ocasión de un fin de curso, que además era aniversario de la Universidad; cuando volvieron a reunirse los, por un largo tiempo, inseparables tres amigos: Boston, Texas y
doctor strombell
La novela es continuación de “El Gran Enigma” de la colección C. I. A 210. Con relevo de personaje principal ya que el personaje que era secundario en la primera pasa a ser el
el gran enigma
Los EE. UU. se enfrentan a unos objetos no identificados. Un piloto aviador, Fred Lawton, diestro en el manejo de toda dase de aviones, se enfrenta a los «platillos volantes»…
misión de muerte
En un lugar ignoto de la estepa rusa, existe una fábrica de armas mortíferas, rodeada del mayor misterio. El C.I.A. norteamericano destaca a su mejor agente de la División de C
peligro tras peligro
Ante el centinela se detuvo un «auto», cerca de la alambrada, y los dos ocupantes del mismo se apearon, dando la consigna al oficial que salió a recibirlos, el piloto del bimot
robo de stradivarius
Sabía perfectamente que en las últimas cuarenta y ocho horas no se había realizado, en toda la demarcación, un solo robo importante, ni un asesinato ni un secuestro; ni tan siq
tras la pantalla
ECHADO como un fardo en la parte posterior del «auto», entre las piernas de sus aprehensores, con los brazos atados a la espalda, los ojos vendados, amordazado y doliéndole tod
un birmano en la costa de los «espectros»
Al filo de medianoche, el cuerpo de Dan Oggersman fue echado al río porque sus aprehensores y asesinos no quisieron siquiera tomarse el trabajo de abrir una fosa y sepultarlo e
un hombre audaz
Echado como un fardo en la parte posterior del “auto”, entre las piernas de sus aprehensores, con los brazos atados a la espalda, los ojos vendados, amordazado y doliéndole tod
¡muerte!
Las máquinas estaban paradas desde hacía rato y tan pronto oí el chapuzón que dio el ancla me apresuré a subir la escalerilla de hierro con intención de salir a cubierta y cont