«Aquello no le gustaba nada. ¿Qué le estaba contando aquel hombre a la chiquilla?. ¿Por qué hablaba en susurros?. ¿Por qué no dejaba de mirar de un lado a otro?. El hombre y la
«León Trotski intenta matarme.» Con estas palabras, que no son sino fruto de la paranoia que marcó su vida, nos introducimos en la mente de Josef Stalin, responsable de algunos