Antes que párroco de un pueblecito perdido en la costa de Bretaña, el padre Garrec fue capitán de la Marina mercante. La vida no tiene secretos para él y su claro buen sentido
Difícilmente se encontrará una figura literaria en la que inteligencia, valor y caridad se combinen en un producto tan reciamente humano como este padre Garrec, que fue marino
El padre Garrec regresa de América, como pasajero de primera, en un paquebote británico. En una noche oscura, de espesa niebla y mar alborotada, ve como alguien arroja a un hom
El inquieto e investigador espíritu del padre Garrec le lleva de nuevo a la preocupación, a las pesquisas, a los malos ratos, en su afán de descubrir o aclarar las circunstanci