ramón illán bacca linares
cómo llegar a ser japonésRamón Illán Bacca vive sumido indagando las historias ajenas y el pasado como si fueran suyas, con la suficiente distancia para rastrearlas como el mejor de los sabuesos y un t
crónicas casi históricasEsta obra contiene las notas periodísticas escritas por Ramón Illán Bacca en los años ochenta y algunas de 1975 y 1976, así como crónicas y reseñas realizadas en los últimos di
deborah kruel«Deborah Kruel» es la primera novela de Ramón Illán Bacca. Una pieza clásica del género del espionaje en Colombia; parodia que se mueve también en otros niveles que expresan co
disfrázate como quierasEn plenos carnavales de Barranquilla, en una habitación del hotel Alhambra, aparecen asaeteados, fulminados a disparos y envenenados, dos cadáveres. Jerónimo Carazúa, disfrazad
el espía inglés«No soy exegeta de mis cuentos, a diferencia de mis colegas que dicen —cuando se sientan frente al computador (la máquina de escribir ya está obsoleta)— que quieren escribir ot
gato suelto y felizLa escritura de Illán Bacca es como el gato de Cheshire: la sonrisa queda dibujada en el rostro agradecido del lector, incluso cuando se cierra el libro, pero su autor también
la mujer barbudaUna novela llena de humor y vida, de un autor elogiado por la crítica internacional: el norteamericano Raymond Williams, el alemán Hubert Pöppel, el español José Manuel Camacho
la mujer del defenestradoEn «La mujer del defenestrado» el muerto, arrojado desde un ventanal del Conde Purpurado, el edificio más alto de la ciudad, ha dejado indicios, estampillas y libros, señalando
maracas en la óperaVilla Bratislava guarda historias de amores imposibles. Las viejas paredes de aquella mansión de estilo republicano acogieron la tensa relación entre Amadeo Antonelli-Colonna,
marihuana para goeringPocas veces he tenido la oportunidad de leer unos cuentos que se parezcan tanto a su autor como los que integran esta pequeña antología. Son las historias de un desadaptado. Lo
señora tentaciónLos cuentos de Ramón Illán Bacca eran más nombrados que conocidos. Estaban dispersos en colecciones perdidas de suplementos literarios, en ediciones recogidas o embargadas por