A mí, como a ustedes, supongo, no se me ha aparecido Dios Padre, ni su hijo Jesucristo. No hemos disfrutado de la gracia de ver su rostro que el Antiguo Testamento reconoce a M
Los magnicidios han sido una constante en la historia de la humanidad. Desde César hasta Aldo Moro, muchos han sido los dirigentes que han visto su vida truncada de forma viole