orland garr
acusado de cuatreroUn grupo de jinetes galopaba desenfrenadamente, levantando una extensa polvareda. No había duda de que se trataba de una persecución, a la vista de las mandíbulas contraídas de
atraco en whitley—Su cara no me gusta. Bat sonrió. Se limitó a mirar al individuo que tenía delante. Se trataba de un belicoso borracho. Su aspecto era temible; alto, corpulento. —Está usted bo
el vengador de la fronteraFuerte Peligro estaba situado en la región más avanzada de Wyoming, y como indicaba el nombre con que fue bautizado, el lugar más peligroso por su constante contacto con los si
embajadores de la muerteJohn Randall siguió imperturbable, no aparentando ningún miedo ante la amenazadora actitud de su interlocutor. Este metió la mano en un bolsillo del pantalón y extrajo un cuchi
la muerte busca sus victimasMichael Lunger se acarició la barbilla, con expresión preocupada; después irguió la cabeza, cuyos cabellos eran grises. Sus ojillos, pequeños y escrutadores, brillaron con mali
lucha en santa feOrland Garr es el seudónimo del escritor Orlando García Mateos Young Blake salió de la oficina de Correos, habiendo cumplido con su deber mensual. Sonreía abiertamente al pensa
obligado a lucharAlan se lavó, tratando de despejarse. Notaba un ligero malestar, debido a no haber descansado durante toda la noche. Se despertó varias veces, debido a agitadas pesadillas. Est
poder siniestroOrland Garr es el seudónimo del escritor Orlando García Mateos
terror en el pobladoUna sombra se deslizó por la oscuridad de la noche, pasando de una acera a otra de la calle Mayor de Montereal, importante pueblo de California. La sombra se detuvo junto a la
tres amigosOrland Garr es el seudónimo del escritor Orlando García Mateos
un español en nevadaJaime Giralt estaba preparándose para salir. Se miró al espejo, quedando complacido de su aspecto. Su alta y esbelta figura resaltaba con el elegante traje gris, haciendo que e
un gun-man temibleA pesar de que el día había sido caluroso, la suave brisa que sacudía las ramas de los árboles era fría, y el hombre que estaba sentado ante la hoguera en aquel lugar solitario
víctima de la traiciónPAM… PAM… Pam… Las tres detonaciones parecieron sonar al unísono, como si se tratase de una sola. Un gran clamor brotó de las gargantas de los numerosos espectadores del concur