La muerte, en la cultura occidental, es objeto de comentarios avergonzados y comprensiones tácitas, en unos casos, o de una violencia orgiástica, en otros. En nuestra sociedad,
Un libro ya clásico en las ciencias sociales (y no sólo en la antropología) y, además, una obra para ser leída por todos y que mantiene constantemente la sonrisa en el lector.
Tras el desopilante relato de su «trabajo de campo» con la tribu de los doowayo, en Camerún, el autor de El antropólogo inocente nos cuenta su regreso a tierras africanas. En e