Si el cuerpo humano fuera un aeropuerto, el cerebro sería la torre de control. En pocas palabras: todo, absolutamente todo, pasa por ahí. Si el cerebro no funciona bien, podemo
Soy como tú. Me encanta echarme en el sofá y ceder al placer de la pereza. Dejar para mañana la sesión de deporte prevista para hoy. Sí, soy como tú: no detesto los dulces y me