Para Gemma Fellows y su hija de seis años, Daisy, la casa en el campo que habían heredado de la tía abuela fue como un regalo del cielo. Les permitía empezar de nuevo después d
Cuando Clare Summers empezó a trabajar de enfermera en aquella consulta itinerante, sabía que estaba aceptando un nuevo reto; pero no podía sospechar que el mayor riesgo sería