marcel schwob
corazón dobleConjunto de 34 relatos repartidos entre dos títulos -«Corazón doble» y «La leyenda de los mendigos»-, "Corazón doble" (1891) es un prodigioso artefacto literario que ya desde e
el deseo de lo únicoEl deseo de lo único, en una edición preparada por el escritor y especialista Cristian Crusat, incluye, junto a todos los ensayos que pueden configurar esa poética literaria, e
el libro de monelleEn «El libro de Monelle» —una suerte de evangelio de inocencia y de piedad al mismo tiempo que manifiesto de un nihilismo absoluto— Marcel Schwob combina cuentos, aforismos y p
el rey de la máscara de oroEscritor singular y personaje excéntrico. Schwob pertenece a la época del donjuanismo intelectual que precedió y siguió al movimiento simbolista. Poseyó una amplísima erudición
ensayos y perfilesMarcel Schwob (Chaville, 1867-París, 1905) es uno de esos escritores cuya vida y obra revisten tan perfecta excepcionalidad que pueden ser vistos como figuras emblemáticas de l
la cruzada de los niñosUnos años después de finalizada la Cuarta Cruzada (1201-1204), en 1212 y bajo el papado de Inocencio III, tuvo lugar la que se conoce como «Cruzada de los Niños», unos extraños
la estrella de maderaEn este cuento lírico o poema narrativo en prosa vemos al otro Schwob, el narrador de historias de «Le Roi au masque d’or» y «Coeur double», si bien con un matiz que no se encu
mimos & la cruzada de los niñosEl alma sutil de Herondas palpita en los Mimos, llenos del canto estridente de las cigarras y del zumbido de las abejas de oro, «que parecen besos con alas».En La Cruzada de lo
mundos terribles«Mundos terribles. Relatos y crónicas inéditos» es un libro que trasladará al lector a todo un abanico de mundos en el que descubriremos, entre otros, los bajos fondos parisino
viaje a samoa. cartas a margarita morenoEn 1901, el escritor francés Marcel Schwob emprende un viaje a Samoa. Se embarca en Marsella, hace escala en Ceilán, cruza el océano austral, pasa por Sydney y llega finalmente
vidas imaginariasEn plena «Belle époque», en pleno simbolismo y en un momento de plenitud desbordante para las letras francesas, Marcel Schwob (1867-1905) cruza el mundo dejando una impronta de