la sangre ajenaUna niebla fina y fría cubría los árboles desnudos, como si el paisaje quisiera reafirmar lo que ya todos intuían. Así fue aquel invierno del treinta y seis, yerto y luminoso,
las perlas peregrinasLa novela ganadora del Premio Primavera (1998), Las perlas peregrinas, sume al lector en una compleja trama criminal donde, sin embargo, no falta el humor. La muerte de un joye