La autora rememora la Argelia de la primera mitad del siglo XX a través del personaje de Mahmud, un hombre que habría querido dedicar sus días a cultivar el amor y la poesía, y
Zohra, que fue nómada, tuvo que detener su eterno caminar, su razón de vivir. Con una parte de su clan, se instala al pie de la duna, en la frontera entre dos mundos, donde se