PAÍS LIBRO

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lissa d’angelo

anatema
Dejé a Yania continuar con su lectura de Ocaso y rodé los ojos, sobre todo cuando retomó el parloteo de lo sexy que sería tener los colmillos del vampiro atravesando su cuello.
fijación
La línea trazada entre lo bueno y lo aceptable, se encuentra al alcance de un beso, y eso Sebastián Bute lo sabe muy bien, puesto que se encuentra inexorablemente obsesionado c
sin historial
Tengo veinticuatro horas para encontrarlo. Mil cuatrocientos cuarenta minutos para presentarme. Ochenta y seis mil cuatrocientos segundos para enamorarlo y sólo un beso para qu