PAÍS LIBRO

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lewis b. patten

cazador de recompensas
Una sola carretera ponía a la población de Dry Creek en contacto con el mundo exterior. Pero la carretera en cuestión moría allí mismo, si bien esto no quiere decir que no part
el juicio de judas wiley
EN CUANTO abrió los ojos volvió a apoderarse de su mente y de su cuerpo, incluso, el acentuado malestar de saber que había llegado el día inevitable… aquel en que comenzaría el
el rastro del asesino
Bess Latham se dio cuenta del odio que sentían los que la rodeaban, tan pronto como con Obie y con Abe entraron en Adobe Wells. Aversión hacia ella. Aborrecimiento por las facc
el río baja rojo
A lo largo de los últimos kilómetros, pensando en su acogedora casa, en el valle del Brush Creek, pensando en Sally y sus dos chicos, obligó a los caballos a acelerar el paso.
la ley de la horca
La enorme meseta, parecida a un cíclope durmiente, se extendía entre los ríos Colorado por la zona norte y el río Blanco por el sur, batida implacablemente por el tórrido sol m
marcado por el delito
EL INMENSO territorio —un millón de millas cuadradas—, se extendía ante ella, desierto, plano a veces como la superficie de una mesa, quebrado otras, con sus escarpadas elevaci
piel roja
CHARLIE Waymire los divisó al instante. Pudo verlos sin dificultad, a pesar de la distancia, porque se hallaba a unos seis metros sobre el suelo, engrasando el engranaje de un
tragedia en mesilla
Daban las diez en la noche del domingo cuando Si Ferguson recorrió de nuevo la calle Mayor montado sobre su «Maxwell» de color rojo y construida en 1904, con el encendido de la
venganza sioux
Un joven diputado se opone a la intolerancia protegiendo a un sioux que ha sido acusado de asesinato después de vengarse del hombre blanco que golpeó y violó a su esposa. Al ig