Jason Kruger era dueño de una explotación maderera, y no de un club de corazones solitarios. Pero Amanda Pierce, propietaria de una agencia matrimonial, llegó a su montaña para
Lo había contratado como empleado... pero ahora quería contratarlo como esposo... El imperio financiero de su padre se derrumbaba y la señorita Rachel Bradford estaba dispuesta