Alexis Home llegó a Nueva York B con la misma sonrisa y el mismo semblante de hombre feliz con que había salido de Londres B quince minutos antes. Pero este detalle carecía de
Los dos hombres se hallaban solos en una amplia estancia del Centro de Control Espacial de Illinois. Ante ellos, en un extremo de la sala, una gigantesca pantalla. En el centro