Encontrar la felicidad y el sentido de la vida fueron tareas que motivaron el quehacer de la filosofía y la religión en sus orígenes, cuando el conocimiento aún estaba apegado
En unos tiempos como los actuales, de enorme polarización política, resulta inevitable hacernos una pregunta: ¿por qué no podemos llevarnos bien? Seamos de derechas o de izquie