La regla básica en la investigación de casos de desaparecidos es recopilar toda la información y los indicios posibles en las primeras 36 horas tras el suceso, cuando la memori
Sarah Pribek, una detective de Mineápolis especializada en desapariciones, protege la identidad de una amiga suya, Genevieve. Ambas persiguieron, encontraron y mataron a Royce